Había que ganar y se hizo. El Getafe llegó al estadio Ramón de Carranza en posición de descenso tras el empate del Valladolid la noche anterior. Lo que podía haber supuesto una sensación de presión extra no inquietó a los jugadores azulones que no dieron opción al Cádiz. Un duelo de iguales que desniveló Cucho Hernández con un golazo desde fuera del área que pilló desprevenido a Ledesma. La calidad del colombiano ponía por delante en el marcador a los nuestros a la media hora de juego. Con el resultado a favor se vio al conjunto que todos conocemos: con mucho oficio, solidario en el esfuerzo y las ideas muy claras. El 0-1 lucía en el luminoso en el camino a los vestuarios de forma merecida.
En la reanudación el Cádiz salió con otro aire. Sin embargo, Rubén Yáñez, que debutaba en Liga, se mostró muy seguro en las escasas llegadas de los locales. El guardameta completó su semana redonda tras haber jugado en Copa del Rey ante el Anaitasuna. Djene, Cabaco, Olivera y Damián tampoco dieron opción a los atacantes amarillos. Así, el mayor peligro se producía en jugadas a balón parado en las que los de Bordalás se multiplicaban en defensa.
Cervera metió cambios en busca del gol, pero el guion del partido ya estaba escrito. Los nervios no afloraron a pesar de que las siete jornadas sin ganar podían haber pesado en los minutos finales. Nada más lejos de la realidad. El balón estuvo alejado de la portería azulona. Y cuando ya nadie lo esperaba llegó la puntilla. Nyom robó en campo contrario, se zafó de su defensor y asistió tras una gran jugada personal para que Maksimovic a placer hiciera el segundo. Cualquier duda desapareció de un plumazo para sumar tres puntos que insuflan confianza y sitúan al Getafe en media tabla.