Puntazo, en mayúsculas, del Getafe frente al Barcelona en un encuentro en el que pudo ganarse con un remate de Borja Mayoral que se marchó desviado a poco del final. Un choque marcado por un ritmo frenético y un calor más propio del mes de junio. La exigencia física fue máxima para los jugadores, y eso se hizo más notorio según pasaban los minutos. El empate acerca el objetivo de la permanencia, aunque todavía quedan batallas por jugarse. Munir tuvo la primera para adelantar al equipo, pero su cabezazo se fue besando el poste. El aviso azulón tuvo réplica por partida doble instantes después. Raphinha tiró al palo en un mano a mano, el rechace le llegó a Balde, que también se encontró con la madera. Un susto que el Coliseum frenó subiendo el volumen y los cánticos. El descanso templó los ánimos en ambos conjuntos, sabedores de que con esa temperatura el encuentro podría hacerse largo. David Soria respondía ante cada acercamiento de los azulgranas. Con los cambios el duelo se volvió a animar, y las contras y transiciones hacían presagiar que el marcador se moviese. La entrada de Portu, Gonzalo Villar, Algobia, Gastón y Aleñá refrescó a los de Quique Sánchez Flores. En ese tramo la victoria podría caer de cualquier lado, pero finalmente terminó como empezó, con el 0-0. Las ocasiones llegaron, pero sin el acierto necesario de cara a portería. La siguiente parada: Mallorca, en lo que será un enfrentamiento clave por la salvación.
