“Si un partido no lo puedes ganar, al menos no lo pierdas”, suelen decir los entrenadores. Y así fue en El Sadar. Getafe y Osasuna se repartieron los puntos en un partido muy igualado, repleto de acciones de fútbol directo y con mucho contacto. Los locales llegaban en plena racha de resultados, con tres victorias consecutivas para meterse de lleno en la lucha por Europa. Pese a las rotaciones, el conjunto navarro mostró sus señas de identidad e incomodó al equipo de Bordalás en los minutos iniciales.
Poco a poco el Getafe se fue estirando. Damián Suárez adelantó su posición y Mata y Cucurella entraron en juego. Sin embargo, los porteros seguían siendo testigos de excepción. Una jugada por banda y un remate forzado en el que David Soria tuvo que intervenir fue lo único que se concedió en defensa. Chema, Timor y Hugo Duro salieron al campo, ya con ambos conjuntos más centrados en minimizar errores que en buscar el acierto.
Con todo y con ello, el equipo tuvo la última ocasión para levarse la victoria. Una falta colgada al área que no se llegó a rematar. Al final, justo empate en un partido muy igualado.