El encuentro arrancó con un Getafe decidido a mostrar sus armas desde el primer minuto. El equipo saltó al césped del Nuevo Mirandilla consciente de lo mucho que había en juego, y del ambiente que se iba a encontrar. Munir probó a Ledesma en los instantes iniciales. El guardameta del Cádiz, muy inspirado el la primera parte, frenó las acometidas azulonas en las botas de Djene, Borja Mayoral y Enes Ünal. También Algobia tuvo la opción de abrir el marcador, pero la defensa amarilla desvió el tiro del canterano. Los nuestros controlaban al conjunto gaditano, que apenas era capaz de tener la posesión del balón. Sin embargo, la primera tentativa de los locales fue para dentro. Rubén Sobrino, de cabeza, ponía el 1-0 en el marcador. Aún así, Munir pudo hacer la igualada justo antes del descanso. Los centros laterales castigaban a los de Sergio, aunque sin la suerte de cara a puerta.
Resultado injusto al descanso por lo visto en la cancha. Pero el destino tenía preparado un desenlace mejor para los nuestros. Enes igualó de penalti al cuarto de hora de la segunda mitad. Quique Sánchez Flores hizo un triple cambio buscando piernas frescas. De nuevo llegó un jarro de agua fría con el gol de Alcaraz desde los once metros con poco tiempo para dar la vuelta a la situación. El partido se alargó hasta el minuto 100, y en esos momentos de tensión quién mejor interpretó la situación fue el Getafe, que no se rindió. Una mano pitada por el VAR dio la opción de sacar un punto en la última jugada. Enes cogió el balón y sin pestañear lo mandó a la red. Puntazo más que merecido en un duelo directo.