Tarde noche de épica en el Coliseum. Viento, lluvia y una jornada de sufrimiento que acabó en celebración. La afición se reunió para recibir al equipo a la llegada del autobús al Coliseum. Dentro no paró de animar durante los 90 minutos. Hubo momentos de tensión, miedo y de duda, pero se camufló bajo continuos cánticos que impedían a los nuestros bajar los brazos. El segundo gol fue un reflejo del duelo, con los jugadores festejando al lado de la hinchada. El pitido final dio pie a la emoción de quienes lo han pasado mal y merecían esta alegría. GRACIAS AFICIÓN, gracias por vuestra entrega, vuestro apoyo, desde el minuto cero os hemos sentido... #SumamosTodos