Tres meses después volvió el fútbol al Coliseum con un duelo de contrastes entre Getafe y Espanyol. La ilusión de seguir peleando en los puestos altos de la tabla y la necesidad de los puntos para salir del descenso. A los quince minutos de partido una agresión de Bernardo sobre Damián dejó a los visitantes con uno menos. Sin embargo, el partido siguió por los mismos derroteros. La igualdad quedaba reflejada en un duelo con reducidos espacios y escasas oportunidades. Así se llegó al descanso bajo una tormenta de verano.
Con la segunda parte llegó el carrusel de cambios. Nyom dejó su sitio a Etebo en banda derecha. Después llegó el turno para Ángel y Kenedy, que entraron a aportar dinamismo en ataque. Cuando más daba la sensación el equipo de que podía pasar algo llegó la desafortunada lesión de Cabaco. David Soria tuvo su momento, con un mano a mano que salvó de forma magistral. Aún quedaba una, tras un centro lateral, primero Ángel y luego Cucurella pudieron hacer el gol de la victoria en el descuento, pero Diego López salvó bajo palos. Al final empate y a pensar en el Eibar.