El Coliseum festejó el regreso de La Liga tras el Mundial con tres puntos que permiten alejarse de la zona baja y mirar al futuro con optimismo. El Getafe inició el año con victoria ante el Real Madrid y lo termina con un 2-0 ante el Mallorca. El choque, fue por los derroteros esperados, con los baleares cediendo el protagonismo al conjunto azulón que aceptó el reto con Milla, Algobia y Aleñá a los mandos. Sin embargo, la primera mitad transcurrió entre circulaciones en medio campo y tímidos acercamientos a las porterías de ambos conjuntos. Solo un penalti por mano, que el VAR corrigió por fuera de juego previo de Muriqi en la acción.
Nada que ver con lo que se vio tras el descanso. Borja Mayoral finalizó con maestría una jugada magníficamente trenzada entre Carles, Enes Ünal y el delantero madrileño que definió con maestría entre las piernas del guardameta. El gol levantó al estadio, que llevó en volandas al equipo hacia el triunfo. Si antes había sido un monólogo de los de Quique Sánchez Flores tras el tanto el dominio se hizo más notorio. Aguirre introdujo cambios para buscar el empate, pero sin efecto. Los nuestros no permitieron sustos ni llegadas.
Lo que llegó fue el 2-0, también obra de Mayoral que aprovechó un error de la zaga mallorquinista para plantarse ante el portero y dejar casi finiquitado el duelo. Así, los minutos restantes se convirtieron en un placentero final en el que Mitrovic, Munir, Latasa y Seoane tuvieron protagonismo. Noche redonda para el Getafe y la afición como colofón al 2022.