Tarde de las grandes en el Coliseum. El Getafe goleó con contundencia al Cádiz para sumar la segunda victoria consecutiva en casa y acercarse a los puestos de permanencia. Un triunfo de cabeza, nunca mejor dicho, porque así llegaron los tres primeros goles. Contra todo pronóstico fue Mathías Olivera el encargado de abrir el marcador. Un centro de Damián Suárez lo remató a la perfección imponiéndose al defensor. Entre laterales uruguayos andaba el juego.
Lejos de conformarse, el equipo buscó el segundo tanto antes del descanso. Ocasiones hubo, pero Ledesma evitó que el 2-0 fuese una realidad. Al descanso, manda el Getafe. La parte principal del plan estaba hecha. Quedaba rematar la faena y que los puntos se quedasen en casa. Y así fue. En los segundos 45 minutos los de Quique Sánchez Flores fueron una apisonadora sobre el césped. Jorge Cuenca amplió la renta con un gran cabezazo a la salida de una falta.
La afición disfrutaba recordando tiempos pasados. Y todavía faltaba lo mejor. Enes Ünal volvió a citarse con el gol. De cabeza y ajustado al palo, para certificar que la victoria era azulona. En la prolongación y con las crónicas de los periódicos ya escritas llegó la guinda. Jaime Mata marcó el cuarto. Uno de esos goles por los que vale la pena pagar una entrada. Se desquitaba así el delantero, que lo celebró con rabia. Partido redondo para un buen domingo.