Nunca un punto supo a tan poco. El Getafe empató ante el Rayo Vallecano en un choque en el que hizo todo lo posible para ganar, incluso jugando con uno menos. Hasta el pitido final siguió el equipo buscando el gol que diese la victoria. El Coliseum creyó en todo momento contagiando a los jugadores cuando peor se pusieron las cosas. La primera parte transcurría con ambos conjuntos midiendo sus fuerzas y evitando cometer errores que pudiesen marcar el devenir del duelo. Sin embrago, los rayistas tuvieron el golpe de suerte. Un saque de esquina botado por Isi y el balón de rebote acabó en las redes.
El 0-1 no reflejaba lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego. Aun así, los jugadores no se vivieron abajo con el mazazo. Quique Sánchez Flores metió a Munir tras el descanso. Segundo cambio, que se unía al de Algobia por un Luis Milla que se retiraba lesionado. Fue el futbolista marroquí el que provocó un penalti a los cinco minutos de la reanudación. Por desgracia el lanzamiento se marchó alto y el resultado seguía reflejando ventaja para los visitantes. A la siguiente jugada Carles Aleñá vio la segunda amarilla. Más problemas para los nuestros, pero no se iban a rendir tan fácilmente.
Enes Ünal persistió hasta obtener el premio del gol. El delantero turco, en una semana difícil para él, se fue a la portería rival a pelear un balón que tenía controlado Stole Dimitrievski y el 1-1 subía al luminoso. Había tiempo por delante para lograr el tanto del triunfo. Con el encuentro convertido en un correcalles el Rayo Vallecano se encontró con un penalti en el minuto 88 por mano. David Soria, que anteriormente había sido decisivo, volvió a salvar al equipo con una magnífica estirada a RDT. El público estallaba con la paraba. Latasa y Seoane entraron para quemar las naves en los instantes finales, pero no hubo más opción. Un punto que bien pudieron ser tres.
