
Darío Poveda: "He salido más reforzado"
Una grave lesión antes de que acabará el 2019 le imposibilitó seguir ejerciendo su profesión, lo que más le apasiona. Casualidades de la vida quiso que fuera frente al Getafe B, en la Ciudad Deportiva azulona y después de marcarles un gol, pues con todos
“Realmente, no soy una persona que me ponga nerviosa ante cualquier situación, pero si es cierto que la noche anterior a entrenar con todos los compañeros en mi cabeza le estaba dando vueltas, hacía tanto tiempo que no estaba con todos los compañeros, era más bien para ver qué sensación iba a tener, era esa pregunta dentro de mí, pero bueno luego me sentí genial, me sentí que era lo que necesitaba ahora y mentalmente, y seguir para delante”, reconoce sobre lo que vivió en el momento en el que se lesionó, “pues la verdad, al principio si no hubiera sido por la ayuda de mis padres me hubiera costado bastante más. Me paso en un momento de mi carrera, que pienso que era cuando mejor estaba, estaba a un nivel físico y los números hablaban por ellos solos. Fue un palo duro para mí, mentalmente lo pasé mal al principio. Pero conforme fueron pasando los meses, vino el confinamiento entre medias, pero lo superé bien todo, poco a poco conforme empecé a andar, a correr, cada día, cada semana que veías que progresabas pues te ayudaba a seguir creciendo y a estar más fuerte mentalmente”. Sus padres fueron importantes en estos momentos, “sí el apoyo de mis padres ha sido muy importantes, mi padre tuvo que dejar de trabajar porque yo aquí vivo solo, no podía manejarme por mí solo, necesitaba a alguien que me bañará, que me hiciera la comida, cualquier cosa, entonces su ayuda fue vital para mí”.
La lesión le llegó en el peor momento, ya que se encontraba en un buen estado de forma y de números, sumaba diez goles en diez partidos, con una racha de ocho goles en seis partidos consecutivos, “creo que es una mezcla de sensaciones y pensamientos, a veces yo pensaba que me vendría bien, que saldría más reforzado, más fuerte, que al final fue así, pero también piensas en lo negativo, porque, aunque no quieras hacerlo, lo haces. Piensas que, si después de la lesión no vas a estar igual, no me voy a acordar de jugar, cosas así que te preocupan y piensas no se habrá acabado aquí todo, pero bueno no importa”. Y uno de ellos marcado ante el Getafe B, “sí (risas), la verdad es lo que te he dicho, al final es mi trabajo hacer goles, es lo que más me gusta y es cuando más disfruto, cuando veo entrar el balón en la portería, es una sensación que no se puede definir. Es lo que me gusta, y de cabeza no voy mal”.
Tuvo que empezar desde cero, aunque lo que nunca se olvida es jugar al fútbol, “si, la verdad es que sí. Mira te digo una cosa me costó más aprender a andar y a correr que a darle al balón. Al final es todo, el desgaste físico, porque somos deportistas y ese desgaste lo necesitamos. Al principio de la lesión pasas de un desgaste alto a no hacer nada, y yo no me cansaba por la mañana, durante el día, pero llegaba las noches y no había quien me durmiera, era imposible. Y al final, ahora estar con el equipo, entrenar, estar con todos, hacer las bromas, risas, luego cuando entrenas te olvidas de todo, cuando uno juega al fútbol te despejas la mente, te olvidad de todo”.
“Es verdad que estos últimos diez años el fútbol había cambiado un poquito, en la época del Barça, de Guardiola, se jugaba con un segundo punta, un falso nueve, y si es verdad que pensábamos que ese tipo de delantero centro se había perdido. Si que es verdad que no hay los mismos jugadores que antes, pero yo pienso que no se ha perdido, que si hay muchos delanteros que juegan de esa manera, pero en el fútbol tienes que adaptarte, si un equipo te requiere hacerlo. Por ejemplo, hablábamos del Barça, pues que hagas unas ciertas cosas, que vengas a recibir, un falso nueve…, pues tienes que adaptarte. Yo por ejemplo cuando jugaba en el Villarreal, en el cambio al Atlético, fue de un equipo que quería el balón, de juego asociativo a un juego distinto, yo pasaba a ser más referencia, más nueve puro, cosa que en Villarreal no. Aquí en Getafe también es muy parecido al Atlético. Sí hay jugadores así, mira está Zlatan Ibrahimovic, lo puedes ver un tío con treinta y nueve años y es un rematador y un goleador que ojalá que no deje de jugar nunca”, se define un delantero como Darío Poveda. Que desde muy joven tuvo que optar por irse fuera de casa, “bueno sí, al final yo salí de casa con once años, jugaba en el Alicante, y salí a Villarreal. Allí estuve diez años, hasta los veintiuno que cumplí, y luego pase al Atlético que estuve dos temporadas, y ahora estoy aquí. He estado en tres equipos, son ciudades diferentes, y bueno es parecido a lo anterior tienes que acostumbrarse a todo, hay que adaptarse a cada club, cada club es diferente, las expectativas también de cada club son diferentes, todo cambia y uno tiene que acostumbrarse”.
Villarreal fue donde le formaron como persona y futbolista, y donde según explica aprendió mucho, “la verdad es que estoy muy agradecido al Villarreal porque aparte de que me formó como persona, como futbolista allí crecí muchísimo. Una cosa buena que tienen es que no corren con los futbolistas y dar paso a paso en cada categoría es bueno, todo el mundo quiere llegar muy rápido a la élite, pero ahora cada vez es más difícil, cada vez los futbolistas se retiran más tarde y tienes que tener esa paciencia y es verdad que es un club que hace las cosas muy bien y que cuida mucho la cantera”. Su experiencia le ha hecho aprender que en esto del fútbol hay que tener paciencia, “justo, te lo digo porque a mí me ha pasado realmente, yo era así, yo he llegado a la élite, tengo veinte tres años, y soy muy joven la verdad, y cuando tenía diecinueve no tienes el mismo pensamiento que con veintitrés, y ahora no tendré los mismos pensamientos que cuando llegue a los veintiocho, pero te ves ahí y haces las cosas muy bien y dices ya,ya,ya… lo quieres todo en el momento, como los niños pequeños , y yo creo que es importante tener paciencia y dar pasos firmes, y cuando llegues a la élite asentarte y que nadie ya te quite de ahí”.
“Fue para mí un subidón muy grande, jugar en Segunda B, tener la lesión de la rodilla, veintitrés años, que el año siguiente ya no era Sub- 23, mi cabeza era lo que más pensaba yo y lo más negativo, ahora para hacerme un hueco arriba es más difícil, y bueno cuando me vino el Getafe y tuve la oportunidad no podía desperdiciarla, y ahora tengo muchísimas ganas de devolver esa confianza y dar todo de mí”, reconoce sobre su fichaje e interés del Getafe. Aquí se ha encontrado un equipo donde se siente integrado desde el minuto cero, “Me encontrado un equipo muy familiar, quería ver el cambio de un vestuario de un filial a una primera plantilla, y por ejemplo hay detalles que yo antes no los pensaba, en el grupo de WhatsApp que tenemos pues piden por favor retrasar la hora que tengo que llevar al niño al colegio, para mi todo eso antes era impensable, que mis compañeros ya tienen hijos, mujer, y es un cambio que al final a mi me gusta, un vestuario así con más experiencia porque además te cuidan, te saben cuidar y luego cada uno tiene que ganarse su pan”. Un club donde se encuentra muy a gusto y donde tener un presidente tan cercano le parece muy satisfactorio, “desde que llegué sí, la verdad muy cercano, cuando sale a ver los entrenamientos de pregunta que tal estas, como vas…, lo que te había dicho antes que es un club que me parece muy familiar, pequeñito y muy familiar”, y donde ya se siente uno más, “sí por supuesto, al final yo vine aquí, este es mi club y donde estoy a muerte con ellos”.
Viene a aportar, a sumar y a trabajar, “sobre todo puedo aportar frescura y juventud, creo que dejando mi lesión aparte, tengo un buen nivel físico, me queda trabajar un poquito, sobre todo algo diferente, puede que sí, porque yo me considero un nueve puro, que me gusta estar en el área, me gusta venir a recibir, y hacer cosas diferentes, me considero rematador y que suelo aprovechar las ocasiones que tengo, no me gusta fallar, pero ni en el fútbol ni en nada, es algo que cada ocasión, cada cosa que tengo intento aprovecharla y eso quizá es lo que me ha hecho estar aquí, sobre todo la efectividad, creo que en el fútbol es algo muy importante”.
Al Getafe le ve bien, y sobre todo con la misma ambición con la que el cuenta, “ “pues muy bien, menos el último partido, yo veo muy bien al equipo, le veo muy bien físicamente, sobre todo, con ganas de seguir mejorando partido a partido, y de hacer algo importante este año, sobre todo. Todos tenemos una espinita de la temporada pasada, después del confinamiento hubo una mala racha, que dejo al equipo fuera de Europa, y yo creo que todos queremos volver ahí no, al final todos como jugadores queremos jugar en Europa y cuanto más arriba mejor”. Una ambición que es la que mostrarán frente a su próximo rival, el Valencia, “igual no vienen en su mejor forma, están pasando, no me meto en esas cosas, pero hay que intentar aprovecharlo. Hay que estar al mejor nivel físico y de motivación que ellos y a partir de ahí intentar ganarles. Justo con la situación que están, creo que es un arma de doble filo, porque a veces te sirve para estar más centrado y sacar lo mejor de uno, o todo lo contrario se te mete el nervio en el cuerpo estás pensando en otras cosas y te sale todo fatal”.Un estadio, Mestalla que se le da últimamente bien al Getafe, “bueno que siga así, que saquemos los tres puntos eso es lo importante”.
Y algo que añora y echa en falta ahora mismo a Darío Poveda es poder ver a la afición en la grada, “sí le echo de menos, por supuesto. Yo estoy viendo los partidos en la grada y estoy solo, no tengo nadie alrededor, escucho cada grito en el campo, cosa que antes no me había pasado. Cuando estas en el campo la afición se nota muchísimo, y la verdad es que se les echa de menos”.