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LaLiga

Amath: “Me siento privilegiado por la gente que me ha ayudado”

Este verano le toca trabajar más aún de lo que lleva trabajando desde que se lesionara de una lesión de larga duración. Ha sido difícil, todos los días Amath tenía ganas de volver a los terrenos de juego, pero el túnel se va acortando y no le importa en

“Me espera un trabajo duro durante todo el verano, pero hay que esforzarse para llegar al primer día de pretemporada, pero voy poco a poco, trabajando duro en el gimnasio para luego salir al campo”, porque cuando uno se lesiona de una lesión de tan larga duración se hace eterno. Nunca había vivido una situación así, es la primera vez que sufre una lesión de estas características, “Sí, son duros porque es la primera lesión que tengo en mi carrera, nunca había tenido ninguna, pero he trabajado y hay que seguir trabajando para sacarlo adelante. Pues es duro, estar lesionado y venir cada día, ver al equipo entrenar y tú ahí, y cada partido que enfrenta con cualquier rival, eso también es duro para ti, estar en la grada viendo que no puedes estar ayudando al equipo, al final volviendo la cabeza bien, y pensar que esto te tiene que hacer más fuerte para volver más fuerte a jugar con el equipo, y a trabajar duro. Sí, se me ha hecho muy largo, es mucho tiempo parado, llevo lesionado seis meses o así, y tengo muchas ganas de volver a jugar y estar cada día compitiendo con mis compañeros y jugar cada fin de semana. No me importa quedarme sin vacaciones, yo soy uno más aquí”.

Amath ha visto a su equipo gran parte de la temporada desde la grada, y ha podido disfrutar de ellos desde fuera, “hemos hecho una temporada muy buena, espectacular, increíble, con todos los compañeros que hemos estado durante todo el año trabajando duro para conseguir lo que queríamos, que era la Champions, al final no ha podido ser, nos quedamos con la alegría de jugar en Europa con el Getafe y con todos los compañeros que lo han conseguido, el cuerpo técnico”. Un cuerpo técnico que en todo momento ha estado apoyando al futbolista, donde el papel de José Bordalás ha sido fundamental para él, “a mí me ha enseñado muchas cosas, desde que he llegado me ha enseñado muchas cosas, porque es un buen entrenador, buena persona, y te hace crecer cada día, cada partido, y te enseña muchas cosas. Al final si quieres algo tienes que trabajar duro para conseguirlo, si no hay trabajo y esfuerzo no se puede conseguir”. La lesión fue contratiempo, “sí, yo lo notaba, tenía una banda muy veloz, y tener a uno que corra más es difícil igual, pero igual que todo el equipo hace, que defiende muy bien, que ataca también”.

El Getafe lograba clasificarse para la Uefa League y toca dejar el pabellón bien alto, “toca ahora viajar con el equipo por Europa, pues ahora a darlo todo como he hecho este año, durante todo el año, tenemos que seguir así. Podemos enseñarles lo que tenemos, jugar, competir y darlo todo ahí en el campo hasta el minuto que pita el árbitro, y ya se verá quién gana, quién se merece estar ahí también, que lo hemos demostrado y lo demostraremos hasta el final”.

“Me siento privilegiado por la gente que me ha ayudado, tienes que mirar la gente de tu familia, la gente que está atrás, y tienes que jugar al fútbol para ayudar a todos, y al final cada día, pues sí, pienso tengo que jugar en la liga como sea, que llegará este momento, y al final pues lo he conseguido”, y es que para Amath llegar hasta donde ha llegado no ha sido fácil, y mucho tiene que ver toda la gente con la que se ha topado en el fútbol. A los diez años dejo su casa, su hogar, su país, su familia, y se vino a un país que no conocía, a un lugar donde no podía comunicarse ya que no hablaba el español, “sí, llegue a los 10 años, de pequeño, porque quería jugar al fútbol. Llegué a los diez, empecé por Valladolid, jugando, y luego del Valladolid al Atlético, y luego fui al Tenerife, y luego aquí. Yo, cuando me dijeron que iba a venir a España, a jugar en Valladolid, tenía la duda de ir o no, y al final dije vamos a tirar para adelante porque me convenció la familia, y todos me animaron y al final me salió bien. No hablaba nada de español, al principio me costaba y me dije, si no vas al cole no puedes hablar español, y me puse a hacer deberes, ir al cole todos los días, sin parar, y cuando me vieron empezar a hablar español me dijeron, “lo has conseguido y todo”. Sí había días buenos y otros malos, cada día les decía que quería volver, y ellos no me dejaban (mis padres), me decían tienes que seguir ahí, para ver lo que va a pasar”, se encontró con una ciudad muy diferente a su hábitat en el que había vivido, “sí, al principio de llegar con el frío y todo, y dije no me voy a quedar aquí, que me quiero volver a mi país, el clima, la familia y todo, todos los días llorando, pero ya me empecé a convencer tirando para adelante y hasta conseguirlo”.

Sus días eran como el de cualquier niño, “nada, pues te levantas por la mañana, al principio estaba viviendo en la residencia con otros chicos que también iban…, pues nos levantábamos, desayunábamos, esperábamos a que viniera el bus, y nos lleva al cole, y de allí desde las 9 a las 2 y cuarto, ya salíamos del cole, veníamos a la residencia, comíamos, descansábamos un rato y por la tarde a entrenar con el equipo”. Y todo por supuesto se hizo más fácil gracias a su familia adoptiva, sus segundos padres que siempre han estado a su lado, “sí, me ayudan cada día que juego al fútbol, siempre están ahí, desde pequeño, ayudándome hasta llegar aquí, estoy muy contento con ellos”.

“Recuerdo muchas cosas porque de allí ya salí para ser futbolista, me enseñaron cosas y tengo buen recuerdo con ellos”, y es que del Real Valladolid se fue al Atlético de Madrid, “pues muy contento, después de haber conseguido eso pues primero llamar a la familia para contárselo. No pensaba que era difícil porque cada día ves a gente que te tira hacia adelante para conseguir lo que quieres, pues te ayudan, te dan buenos consejos, y sí le unes que ya estás jugando y todo, porque con dieciséis años que tenía en Valladolid ya me subieron al filial a entrenar con ellos, y además a parte ahí ya empezaba a hablar español, y acabó la temporada y me fui al Atlético de Madrid”.

Del Atlético de Madrid al Tenerife, y allí a unos play off frente al Getafe CF, “veníamos con la confianza de ganar, cuando ya entramos en el partido pues el Getafe se nos puso por delante y ya es difícil que un equipo que juega en casa en estos partidos con su gente, y te meten dos goles, y al final tienes que decir dar un paso atrás, o adelante, o como sea, intentar conseguir un gol que nos daba la posibilidad para ascender, pero luego ya con el tres uno, cuando lo marcaron pues ya solo piensas que tienes que hacer cualquier cosa para intentar hacer el gol que querías marcar. Luego cuando vi las imágenes vi que tenía un compañero bien colocado para meterla, pero en ese momento no ves nada, solo meter el gol”.

Ya en Getafe se encontró con algo que es fundamental en el fútbol, un buen vestuario, “sí ha sido lo más importante, es lo más importante que puede pasar en un vestuario que se unen todos, que sean hermanos, familia y nos ayudamos entre nosotros, con mucho ambiente cada día en los entrenos, en los partidos también. Y después antes del partido, fuera del partido podemos ser muy alegres, pero cuando llega el momento de competir ya nos ponemos serios, y cuando acabe ya volvemos a estar alegres. Damián es un tipo muy alegre como persona, en el vestuario, estoy al lado suyo en el vestuario, se sienta a mi lado, cada día no para de hacer, cada cosa que pasa en el vestuario está por medio él…, siempre dicen ha sido Damián. Incluso a veces si no ha sido él dice que es él”.

“Tengo muchos amigos en el fútbol, con Djene, Foulquier.., todo el vestuario, estamos muy bien, me lo paso bien con ellos con casi todo el vestuario”, y es que Amath aunque es un chico tímido dentro del vestuario es uno de los que anima a todos sus compañeros, “yo no sé, a veces me define la gente, yo creo que lo que dice la gente es verdad, soy muy tranquilo, tímido y todo, es la realidad lo que dicen. Si puede ser tímido fuera del campo, fuera del estadio, pero dentro se puede pasar muy agradable”.

Esa timidez, esa sencillez, ese sacrificio y compromiso le han hecho vivir situaciones como la que tuvo frente al Athletic donde en un lance de juego tuvo un fuerte golpe y no dijo nada, “sí fue una jugada con el lateral del Bilbao, creo, que me soltó el brazo y toco el diente, pero no se lo dije ni al míster ni al médico, y seguí jugando porque estábamos en un momento que queríamos la victoria y había que estar para ayudar al equipo. Y es que al final es lo que he dicho, cuando una persona tiene que hacer una cosa pues…, yo como me gusta jugar al fútbol, ayudar al equipo con ganas y además con ese momento que estaba en el partido pues no me podía echar atrás y tire adelante para jugar”.

Amath disfruta del vestuario, disfruta de sus compañeros y disfruta de un club que es una familia, donde su presidente está muy presente, “pues es una buena persona, cada día que nos vemos nos saludamos empezamos a hablar, de la lesión, está aconsejándome, es una buena persona. Si, me lo esperaba tan cercano con los jugadores, tener un equipo así es normal que él se muestre así. Esperas que siempre esté atento, que te diga como estas, porque es como una familia”. Algo que se agradece, esa cercanía, ese club familiar y más cuando uno tiene a sus familiares directos lejos, “me acuerdo de un gol que marque contra Las Palmas, aquí, cuando se lo dedique a mi niño. Pues tengo un niño, y no estar tan cerca, saber que no para y tal, tampoco duermes por las noches, te toca dormir para descansar bien, pero estas ahí jugando con él, haciendo lo que sea, lo que te pida hacer”. Le apasiona el fútbol, le gustaría seguir vinculado a él, pero en su día a día es como tantos chicos, “pues la verdad es que todo lo que sea del mundo del fútbol me dedico a ello, me entretengo con ello, me gustaría en un futuro trabajar en un club. Cuando acabo de entrenar voy a casa, comer, descansar, tomar el café, también me gusta, luego echarme la siesta, pasear a los perros, pasear, lo normal”. Le encanta cambiar de imagen, aunque a veces suponga las bromas de sus compañeros, “antes del parón de la liga me lo hice, me puse el pelo por arriba rubio, cuando fui a Senegal, y cuando volví empezaron todos, el míster, a llamarme el sueco y me he quedado con el sueco. Ahora que me lo voy a quitar vamos a ver que nombre me van a llamar”.

“Me ha beneficiado mucho, a mí me gusta jugar al fútbol y por eso..., hay que descansar y volver lo más fuerte lo antes posible y seguir jugando como antes. El fútbol para mí es disfrutar con los compañeros, jugar al fútbol, cada día entrenar, hacer lo que te gusta”.