Perdían, el Juvenil A, contra el Atlético de Madrid, aunque lo más justo hubiera sido el empate por las ocasiones que tuvieron. Lo reconocía Santander, que cree que con el resultado a favor se confiaron, y eso les pasó factura. Han aprendido de ello, y por supuesto que contra el Diocesano, su próximo rival no les volverá a pasar, porque la lección ha quedado bien asimilada. Esta mañana además Santander entrenaba con el primer equipo, algo que para cualquier jugador de las categorías inferiores es un sueño, y más para un futbolista formado en la Escuela getafeña, muchos años defendiendo los colores del Getafe.