“El balance es bueno, estoy muy contento por el equipo, porque ha progresado mucho y eso es lo más importante. Todos los años el paso de escuela a categorías inferiores es duro, y la exigencia cada temporada es mayor, y se nota”, argumentaba el técnico que además reconocía que no fue buena tanta exigencia, “no nos vino bien tanta exigencia, las expectativas comenzaron muy altas, y eso nos marcó, porque les relajó, y buscamos objetivos que no eran del todo reales. Luego fuimos poco a poco, pero siempre desde el trabajo, ese ha sido nuestro adn, el trabajo, y hemos estado durante toda la temporada luchando y trabajando para intentar que no se lo creyeran”.
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