Añoran esos momentos, pero lo suplen con…

“La verdad es que suplirlos (esos momentos de complicidad que te daba el vestuario) es muy difícil, porque ahora mismo no tenemos el mismo tiempo que teníamos antes, tenemos que salir rápido, no nos podemos quedar el tiempo que estábamos, pero lo que tenemos que conseguir es hacer la misma piña que teníamos años anteriores e ir poco a poco”, argumentaba Blaqui jugador del Cadete C en cuanto a la falta de esa complicidad que echan en falta de no poder estar en el vestuario, ese momento íntimo que siempre ayuda y suma en el seno de una plantilla, “porque lo que más echamos en falta, yo creo, es esa convivencia que teníamos en el vestuario, después de los entrenamientos, antes, yo creo que eso se echa mucho en falta”.
No menos extraña les parece a los jugadores del Cadete D que también añoran esos momentos de complicidad, “es una temporada un poco extraña, en cuanto por ejemplo a la de hace dos años donde podíamos estar en los vestuarios, el tema de la mascarilla, que no hay vestuarios, y es más complicado jugar, ya que la mascarilla también dificulta en la respiración, es una temporada distinta”, reconocía Pascu, “también no hay doble partidos, solo hay una ida, y eso nos hace tener que obtener la máxima puntuación al tener que disputar solo un partido”.
Aaron del Cadete E también transmite mucho de los aspectos que añoran en un año tan atípico, “es verdad que la mascarilla lo llevamos mal, ya que jugar con mascarilla es muy complicado, pero te vas acostumbrando. Después de los partidos intentamos quedar, jugar entre nosotros a los video juegos y es una manera de suplir ese momento que nos falta de vestuario”.